dimarts, 2 de juny del 2009

Vale, sí, lo reconozco, soy fan de Crepúsculo

Pero de los libros.
No jodamos.
La película es una cosa... roncable.
Pero los libros tienen ese encanto casi peregrino de historias con fundamento, como los platos de Arguiñano.
Me los recomendó Laia, que es un hacha en esto. Una tipa seria. No confundir. Y si ella decía que estaban bien, vive Dios que ni en mil años me atrevería a decirle otra cosa.
Así que le dimos vía libre en casa.
Y Stephanie entró a raudales y me inundó el estudio de besos vampiros y adolescentes enamorados y me volvió loca. Me leí los cuatro. Sí. Los cuatro.
¿No reconocí antes que era fan?
Pues eso.
Que sí, que merecen la pena, que son de domingo por la tarde, de palomitas y sofá. Los libros, no las pelis. Que te entran bien, con vaselina de lo que pudo ser y ¡Dios la bendiga! sin las parrafadas de la Rice.
Fresquito, alegre, tonto, adolescente y con grandes dosis de humor.
Vamos, ¿a qué coño esperas?
Lárgate a comprar un ejemplar y tómate un mojito.
Felices lecturas.

3 comentaris:

  1. M'alegro molt que us hagi agradat! La veritat és que són entretinguts, per passar l'estona amb una caipirinha (ho sento, no m'agrada la menta) estan molt bé i enganxen mooolt! La peli és una caca, però era previsible, no? Quines pelicules estan a l'alçada dels llibres a que copien? Per sort, molt poques!
    Petons als dos i enhorabona pel blog!
    Laia :D

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  2. Gràcies a tu per a visitar-nos, bonica

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  3. Jo acabo de començar Crepúsculo. M'havia acabat el llibre que tenia a mitges i m'esperaven unes 9 hores de vol. Vaig pensar... per què no?

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